La infección crónica por el virus de la hepatitis C afecta a más de 175 millones de personas en el mundo y por lo menos a 8 millones en América Latina. Constituye una de las principales causas de enfermedad hepática, cirrosis, carcinoma hepatocelular y trasplante hepático, lo cual implica una carga económica importante para la región.
En el último tiempo hemos sido testigos de la aparición de nuevas drogas de acción antiviral directa que permiten curar definitivamente a la mayoría de las personas infectadas, con tiempos relativamente breves de tratamiento y con mínimos efectos adversos. Esto probablemente, permitirá erradicar en las próximas décadas la infección por el virus de la hepatitis C.
Sin embargo, para que esto sea una realidad en nuestro continente, donde existen grandes desigualdades entre los países y sus respectivas poblaciones quedan grandes obstáculos que superar.
La dificultad económica de acceso a estos nuevos medicamentos junto a las limitaciones en los servicios de salud de cada país, en los sistemas de suministros, más los problemas de disponibilidad, constituyen grandes desafíos por resolver.
No obstante, es importante considerar que a pesar del alto costo de las nuevas terapias, éste no es mayor que el de las terapias actuales, que terminan abordando la enfermedad en sus etapas avanzadas, tratando las complicaciones y finalmente realizando trasplante, cuando éste está disponible. Esto, sin considerar la carga económica que implica por pérdida de años laborales.
En julio recién pasado, en una reunión de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH) denominada “Cumbre del Pacífico Sur”, realizada en Viña del Mar (Chile), a la que asistieron representantes de gran parte los países que la conforman, se discutió ampliamente este problema.
Quedó claro que es una preocupación y un desafío para ALEH el acceso igualitario en nuestra región a las nuevas drogas contra el virus C.
Forma parte de nuestra misión y objetivos, contribuir al acceso igualitario de nuevas tecnologías diagnósticas y terapéuticas en nuestra región. Para esto es importante que a través del diálogo se produzca integración y acuerdos entre los diferentes actores involucrados, especialmente los sistemas de salud, las asociaciones científicas, la industria, los legisladores y la sociedad civil.
Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado.
Viña del Mar. Julio 2015.